Animus necandi, ¿Qué es?

En el denso y multicolor mundo del Derecho Penal, uno de los conceptos fundamentales que se analiza es el animus, un término de origen latino que se traduce como «intención«, «ánimo» o «deseo«.

El animus es esencial para determinar la culpabilidad de un individuo en un delito y entender su grado de responsabilidad penal.

Dos formas específicas de animus que merecen atención son el animus necandi y el animus laedendi, cada una con implicaciones distintas en el ámbito jurídico.

Vamos a ver en este artículo de forma clara y sencilla las diferencias entre ambas.

Tabla de contenidos

 

¿Qué son los Animus en Derecho Penal?

Antes de sumergirnos en los conceptos específicos, es importante comprender el significado general de «animus» en el Derecho Penal.

animus necandi y animus laedendi

En el contexto de un delito, el animus se refiere a la intención de cometer una acción que infrinja la ley aun con conocimiento del daño que puede causar, es decir, actuar con dolo.

El dolo, en Derecho Penal, no es ni más ni menos que la voluntad de cometer un delito o acto delictivo a sabiendas de sus consecuencias.

Para establecer la responsabilidad penal de un individuo, los tribunales buscan evidencias que demuestren la presencia del animus, ya que este elemento distingue entre un comportamiento casual y un acto premeditado con intención criminal.

 

¿Qué es el Animus Necandi en Derecho Penal?

El animus necandi es un elemento subjetivo que se relaciona directamente con la intención del autor de matar a otra persona. Es una forma de animus extremadamente grave, ya que implica la planificación y ejecución deliberada de un homicidio o asesinato.

En los casos donde se alega un animus necandi, los tribunales examinarán minuciosamente las circunstancias que rodearon la acción.

Se busca determinar si existió una clara intención de llevar a cabo la idea de privar de la vida a la víctima y si el acusado tuvo la oportunidad de reflexionar sobre sus acciones antes de cometer el acto.

animus necandi y la intencion de causar la muerte a un tercero

El animus necandi puede ser difícil de probar, ya que, a menudo, se encuentra dentro de la esfera íntima del individuo acusado.

Sin embargo, las pruebas circunstanciales, los testimonios de testigos presenciales y los indicios de planificación premeditada pueden ayudar a los tribunales a llegar a una conclusión razonable.

 

¿Qué es el Animus Laedendi en Derecho Penal?

Por otro lado, el animus laedendi es un elemento subjetivo, se refiere a la intención del autor de dañar a otro sujeto, pero no obstante no con el propósito de causarle la muerte.

Este tipo de animus se aplica en una amplia gama de delitos que no involucran homicidio, como lesiones físicas graves o lesiones psicológicas severas, que sí son actos que tienen la capacidad de dañar a un tercero pero no de matarle.

Para probar la presencia del animus laedendi, los tribunales deben demostrar que el acusado tenía la intención específica de causar daño a la víctima atendiendo a elementos como la zona del cuerpo donde fueron las lesiones.

Esto podría manifestarse en acciones directas, como un ataque físico planificado, o indirectas, como daños psicológicos infligidos mediante acoso o intimidación.

animus laedendi y delito de lesiones sin ánimo de causar la muerte

En algunos sistemas legales, la distinción entre el animus necandi y el animus laedendi es crucial para determinar el grado de responsabilidad y la pena que se impone al acusado.

Mientras que el animus necandi conlleva penas más severas, el animus laedendi puede resultar en sanciones menos graves, dependiendo de las leyes y aplicables en cada jurisdicción.

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