Cláusula rebus sic stantibus: ¿Qué es y cuándo puede aplicarse?

La cláusula rebus sic stantibus, cuyo origen proviene del latín, es, en su literalidad, una expresión jurídica, significa «las cosas así permanecerán» o «estando así las cosas».

Representa un principio legal que reconoce la capacidad de modificar o cancelar un contrato o alguna de sus cláusulas cuando surgen circunstancias inesperadas y extraordinarias que desequilibran de manera significativa la relación entre las partes contratantes.

Esta norma se aplica en situaciones en las que cumplir con el contrato en los términos que se acordó se vuelve excesivamente gravoso o imposible debido a alguna circunstancia o imprevisto extraordinario que va más allá del control de las partes involucradas.

El fundamento de este principio radica en la idea de que los contratos están sujetos a la realidad y no pueden anticipar todas las eventualidades.

Por lo tanto, si las circunstancias cambian de manera notable e imprevisible, la parte afectada puede solicitar la revisión o terminación del contrato.

clausula rebus sic stantibus

Sin embargo, la activación de la cláusula rebus sic stantibus no ocurre automáticamente y requiere un examen detallado de cada caso por parte de los tribunales.

Deben cumplirse ciertos criterios, como la imprevisibilidad, la extraordinariedad de los eventos y la imposibilidad de adaptación razonable.

Esta cláusula desempeña un papel crucial en momentos de crisis o sucesos inesperados, como desastres naturales, crisis económicas o pandemias, al posibilitar una reestructuración justa de los acuerdos contractuales para evitar injusticias o desequilibrios extremos entre las partes.

Uno de los mejores ejemplos para entender esto es la pandemia del COVID 19, donde una situación imprevisible paró el mundo y, por tanto, entre otras muchas consecuencias, era imposible llevar a cabo la celebración de muchos contratos.

Es un recurso esencial para mantener la equidad y la justicia en el ámbito de los contratos en un mundo donde la incertidumbre siempre está presente.

En este artículo veremos la cláusula rebus sic stantibus al detalle: qué significa, cuál es su marco legal o cuál es su aplicación en el mundo del derecho.

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Tabla de contenidos

 

¿Qué significa la cláusula rebus sic stantibus?

La cláusula rebus sic stantibus, que significa, en su literalidad, que «las cosas así permanecen».

Es un principio del derecho internacional y del derecho de los contratos que reconoce la posibilidad de modificar o rescindir un contrato cuando se producen circunstancias excepcionales e imprevisibles que afectan gravemente a las partes involucradas.

clausula rebus sic stantibus en derecho civil

Esta cláusula permite que un contrato sea revisado o incluso anulado si las condiciones subyacentes en las que se basó el contrato cambian de manera sustancial y desproporcionada, haciendo que el cumplimiento del contrato y sus prestaciones sea algo injusto o imposible debido a la alteración o modificación de alguna o varias de las condiciones que lo propiciaron.

Sin embargo, su aplicación no es automática y está sujeta a rigurosos estándares legales. Las circunstancias que justifican la invocación de esta cláusula deben ser verdaderamente extraordinarias y ajenas al control de las partes, y deben alterar principalmente el equilibrio contractual original.

 

Marco legal de la cláusula rebus sic stantibus

El fundamento legal de la cláusula rebus sic stantibus se encuentra en el artículo 1258 del Código Civil.

La formalización de los contratos se materializa mediante el mutuo acuerdo, momento a partir del cual surge una obligación. Los derechos deben ser ejercidos de manera acorde a los principios de honestidad y lealtad.

rebus sic stantibus significado

La obligación generada no se limita únicamente al cumplimiento de lo específicamente pactado, sino también a todas las consecuencias que, según su naturaleza, estén en consonancia con la ley, la buena fe y las costumbres.

Por lo tanto, la legislación no considera que se actúa de buena fe al aplicar sus disposiciones si se produce un cambio sustancial en las condiciones.

En el Derecho Internacional, este principio jurídico se recoge en el Art. 62 de la Convención de Viena sobre el Derecho de los Tratados de 1969.

 

Cláusula rebus sic stantibus vs. pacta sunt servanda

La concepción tradicional y restrictiva de la cláusula rebus sic stantibus se justificaba principalmente porque esta figura iba en contra del principio de pacta sunt servanda, que enfatiza la importancia de cumplir estrictamente con lo pactado, y además, implicaba una amenaza a la estabilidad y continuidad de los contratos celebrados.

Sin embargo, en la actualidad, esta visión restrictiva de la cláusula «rebus sic stantibus», que tuvo su origen en los primeros tiempos de la codificación y la exaltación del contrato como un nuevo paradigma, ha quedado obsoleta y debe ser dejada de lado.

rebus sic stantibus significado

Según la moderna doctrina jurisprudencial, hay dos precisiones que se deben hacer al respecto.

 

Sentencia del Tribunal Supremo

En primer lugar, de acuerdo con la Sentencia del Tribunal Supremo 254/2016 del 19 de abril, es importante señalar que, basándose en los fundamentos de este aforismo (iusnaturalismo racionalista, Derecho canónico y Derecho internacional privado), su aplicación no se limita solo a la interpretación del contrato, sino que se refiere a la importancia del contrato como fuente de obligaciones, es decir, como un aforismo derivado de la palabra dada en cuanto al efecto vinculante del contrato, incluso si este no está formalizado de ninguna manera.

 

Código Civil

Esto concuerda con el mensaje contenido en el artículo 1.091 del Código Civil: «Las obligaciones que nacen de los contratos tienen fuerza de ley entre las partes».

Por lo tanto, este aforismo refuerza el efecto vinculante de la palabra dada y no una sujeción «inmutable» a la interpretación literal del contrato, lo cual, por cierto, es cuestionado claramente por el segundo párrafo del artículo 1.281 del Código Civil (que destaca la importancia de la intención de los contratantes).

En resumen, la aplicación de la cláusula rebus sic stantibus no se trata tanto de una interpretación del contrato como de una modulación de su eficacia, que resuelve o modifica, pero no interpreta.

La segunda precisión, de mayor alcance, es que, según la sentencia mencionada del 30 de junio de 2014, la cláusula rebus sic stantibus encuentra su base moderna en las Directrices de orden público económico que guían nuestro Derecho patrimonial y de contratos, especialmente en la regla de la «conmutatividad del comercio jurídico» y en el principio de buena fe.

clausula rebus sic stantibus

Además, es plenamente compatible con los principios de Derecho europeo en materia de contratos, en particular con respecto al principio de conservación al que, en la mayoría de los casos, asiste o complementa (Sentencia del Tribunal Supremo 827/2013, del 15 de enero).

 

¿Cuándo se aplica rebus sic stantibus?

El Tribunal Supremo ha excluido completamente la cláusula rebus sic stantibus en lo que respeta al derecho de superficie. También se aplica en el ámbito de los derechos reales, aunque en el Derecho Administrativo, a pesar de existir el principio de riesgo y ventura que rige esta área, se utiliza de manera similar al derecho laboral.

En el ordenamiento jurídico español, el contrato administrativo posee inicialmente un carácter incierto. El artículo 46 de la ley de contratos del año 2000 establecía que este se acuerda bajo riesgo y ventura del contratista. Esta estricta regla ha ido perdiendo fuerza debido a la aplicación de la cláusula rebus sic stantibus.

 

Cláusula Rebus sic stantibus en el Derecho Laboral

En el ámbito del Derecho del Trabajo, se emplea la condición de beneficiosa. Esta se activa cuando las condiciones laborales establecidas en convenios colectivos o por ley buscan mejorar la situación.

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Si bien el empleador puede implementar unilateralmente mejoras, no sería beneficio si se imponen condiciones más restrictivas. Esto puede generar conflictos cuando la condición de beneficiosa no ha sido otorgada explícitamente, sino de forma implícita.

Cuando se plantea la cuestión de si existe un derecho adquirido, los tribunales examinan si el hecho se ha repetido y si el empleador ha demostrado su intención de comprometerse, manteniendo estos actos en el tiempo.

Si se determina que hay un error por parte del empleador, el principio no se aplica. Tampoco se aplica si el empleador no tiene conocimiento o si sus acciones son meramente una muestra de liberalidad.

Los medios para eliminar una condición más beneficiosa incluyen un acuerdo entre el empleador y el trabajador para suprimirla, una compensación o la renuncia unilateral del trabajador.

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