Los créditos contra la masa constituyen un elemento fundamental dentro del derecho mercantil, concretamente, dentro del ámbito concursal.
Estos créditos tienen un rol crucial en los procedimientos de insolvencia, representando aquellos gastos y deudas que surgen tras la declaración de un concurso de acreedores, y que están directamente relacionados con la conservación, administración y realización de los bienes del deudor durante el proceso concursal.
En otras palabras, cuando hablamos de créditos contra la masa, nos referimos a aquellos pagos que se efectúan para mantener en funcionamiento la actividad empresarial del deudor durante el concurso, así como aquellos gastos necesarios para preservar y administrar adecuadamente su patrimonio, sin considerarse como parte de los créditos ordinarios o privilegiados.
En este contexto, es fundamental comprender el papel crucial que desempeñan los créditos contra la masa en los procedimientos concursales, ya que su reconocimiento y prioridad en el pago puede tener un impacto significativo en la viabilidad de la empresa en dificultades financieras.
A lo largo de este artículo, exploraremos en detalle qué son estos créditos, cómo se clasifican, su importancia en el marco legal y su relevancia en el contexto de los procesos de insolvencia y reestructuración empresarial.
¿Qué es la masa activa y qué es la masa pasiva?
Dentro del contexto de un proceso concursal, la masa activa y la masa pasiva son conceptos fundamentales que se refieren a los activos y pasivos del deudor en situación de insolvencia, respectivamente.
Masa Activa
La masa activa comprende el conjunto de activos y bienes del deudor que están disponibles para ser utilizados con el fin de hacer frente a las deudas y obligaciones pendientes.
Estos activos incluyen todos los bienes, derechos y recursos económicos que forman parte del patrimonio del deudor al momento de la declaración del concurso.
La masa activa se utiliza para pagar a los acreedores en la medida de lo posible, conforme a un orden de prelación establecido por la ley.
Masa Pasiva
Por otro lado, la masa pasiva se refiere al conjunto de deudas y obligaciones que el deudor insolvente tiene pendientes de pago en el momento en que se declara el concurso.
Esta masa comprende todos los créditos, deudas y obligaciones a favor de los acreedores, sean estos deudas comerciales, préstamos, salarios pendientes, impuestos, entre otros.
Los créditos que forman parte de la masa pasiva se clasifican según su naturaleza y se someten a un orden de prelación en su pago dentro del proceso concursal.
Diferencia entre masa activa y masa pasiva
La diferencia entre la masa activa y la masa pasiva determina la situación patrimonial del deudor y afecta la forma en que se distribuyen los activos disponibles para satisfacer las deudas pendientes en el marco de un procedimiento concursal, ya sea a través de una reestructuración, convenio con los acreedores o liquidación de los bienes para pagar las deudas en la medida de lo posible.
¿Qué son los créditos contra la masa?
Los créditos contra la masa son aquellos gastos y deudas que se generan o devengan después de que se declara un proceso concursal, como puede ser un concurso de acreedores, y que están vinculados directamente con la administración, conservación y liquidación del patrimonio del deudor insolvente.
Estos créditos tienen prioridad en el pago sobre otros tipos de créditos, incluyendo a los créditos concursales ordinarios o privilegiados, ya que están destinados a cubrir gastos esenciales que permiten mantener la actividad empresarial durante el proceso concursal, tal y como se establece en el Real Decreto 1/2020, de 5 de mayo, por el que se aprueba el texto refundido de la Ley Concursal.
¿Cuáles son los créditos contra la masa?
Como acabamos de ver, los créditos contra la masa son aquellos que se generan tras el inicio de un concurso de acreedores y que están destinados a cubrir los gastos necesarios para la conservación y administración de la masa activa del deudor insolvente.
Algunos ejemplos de créditos contra la masa son los siguientes:
- Salarios y sueldos de los trabajadores: Los salarios y sueldos devengados después de la declaración de concurso se consideran créditos contra la masa.
- Gastos de mantenimiento y conservación de bienes: Esto incluye los gastos necesarios para mantener y conservar los bienes del concursado, como el pago de suministros básicos, servicios de seguridad o reparaciones esenciales.
- Honorarios de profesionales: Los honorarios del abogado o abogados, administrador concursal u otros profesionales involucrados en la administración del concurso pueden ser considerados créditos contra la masa si se consideran necesarios para la continuación de la actividad empresarial.
- Costos derivados de la continuación de la actividad empresarial: Los gastos operativos esenciales incurridos para mantener en funcionamiento la empresa insolvente, como el pago de servicios públicos, alquileres y otros gastos necesarios para la actividad comercial.
- Impuestos generados durante el procedimiento concursal: Los impuestos devengados después de la declaración del concurso también pueden ser considerados créditos contra la masa, ya que están relacionados con la actividad empresarial en curso.
- Gastos relacionados con la liquidación de la masa activa: Los gastos asociados con la venta de activos o la liquidación de la empresa insolvente también pueden ser considerados créditos contra la masa, ya que están destinados a maximizar los activos disponibles para el pago a los acreedores.
Estos ejemplos muestran algunos tipos de créditos que pueden considerarse prioritarios y que tienen preferencia sobre otros créditos en un procedimiento concursal, ya que están destinados a asegurar la continuidad de la actividad empresarial durante el proceso de insolvencia.
¿Qué diferencia existe entre créditos concursales y créditos contra la masa?
Los créditos concursales y los créditos contra la masa son conceptos diferentes dentro del ámbito de un procedimiento concursal, y se distinguen principalmente por el momento en que se generan y la prioridad de pago que poseen.
La principal diferencia radica en el momento en que se generan estos créditos y su prioridad de pago.
Los créditos concursales son deudas preexistentes al concurso y se pagan con los activos disponibles después de los créditos contra la masa, los cuales surgen después de la declaración del concurso y tienen prioridad en el pago por su relación directa con la administración y preservación de los bienes del deudor en situación de insolvencia.
¿Qué son créditos contra la masa y privilegiados?
Los créditos contra la masa y los créditos privilegiados son dos categorías distintas dentro de un procedimiento concursal que se diferencian por sus características y prioridades en el pago durante el proceso de liquidación o reestructuración de una empresa insolvente.
Los créditos contra la masa se generan durante el proceso concursal y tienen prioridad sobre los créditos concursales ordinarios, mientras que los créditos privilegiados son aquellos con prioridad en el pago por su carácter especial, aunque se sitúan detrás de los créditos contra la masa en términos de prioridad.
¿Cuándo se deben pagar los créditos contra la masa?
Dentro del ámbito legal, estos créditos poseen una prioridad destacada y son los primeros en recibir pago, incluso por encima de cualquier otro crédito anterior al proceso concursal.
Debemos mencionar que, dentro de los créditos contra la masa, los de naturaleza laboral son los más prioritarios, especialmente en el caso de empresas. Esto se debe a que la ley resguarda de manera especial los derechos de los trabajadores y cualquier aspecto relacionado con el salario, otorgándoles prioridad inmediata en el pago.
Otra situación que requiere pago prioritario será cualquier deuda con el Estado, como con la Seguridad Social o Hacienda.
Los demás créditos contra la masa se abonan siguiendo su calendario de vencimiento. En otras palabras, los honorarios de profesionales del ámbito judicial se cancelan según los plazos establecidos.