Homicidio y asesinato son dos términos penales que a menudo se equiparan y que la legislación y jurisprudencia española regula de modo diferente, ya que su significado no es el mismo.
El homicidio es, básicamente, la muerte de una persona a manos de otra, mientras que el asesinato es una forma agravada de homicidio y conlleva siempre la comisión de un delito (delito de asesinato).
La principal diferencia entre ambos es que el asesinato siempre se comete con intención dolosa, es decir, con intencionalidad y es un delito tipificado en el Código Penal.
En este artículo te explico de manera clara y sencilla las diferencias entre el homicidio y el asesinato en la legislación española, las penas que existen para cada uno de ellos y las consecuencias de cometerlos.
¿Qué es el homicidio?
Homicidio, «a secas», es simplemente el hecho de quitar la vida a un tercero, pero este acto puede ser calificado de diferentes formas, donde la culpa del que realiza el acto se dirime teniendo en cuenta diferentes factores.
En el artículo 139 del Código Penal y siguientes, se describe los tipos de homicidio, así como los factores agravantes del mismo y sus penas, que veremos a continuación.
Tipos de homicidio según la ley
La primera distinción que hace la ley es de homicidio voluntario (doloso) y homicidio involuntario.
Homicidio voluntario: cuando una persona causa deliberadamente la muerte de otra, es decir, tiene ánimo de matarla (animus necandi).
Homicidio involuntario: cuando una persona causa de forma involuntaria la muerte de otra, bien por negligencia o conducta delictiva (por ejemplo, al conducir borracho) o bien simplemente por un infortunio. También se conoce como homicidio imprudente.
Dentro del homicidio involuntario podemos diferenciar dos tipos: homicidio involuntario grave y homicidio imprudente menos grave.
Para determinar la pena adecuada, el tribunal debe tener en cuenta el tipo de homicidio, las circunstancias en que se cometió y el grado de culpabilidad criminal.
En los casos de homicidio voluntario, el tribunal también puede considerar cualquier atenuante para reducir la pena impuesta, así como cualquier agravante para aumentarla.
¿Qué es el asesinato?
Matar a otro ser humano es un delito grave y es clasificado como una forma agravada de homicidio. Podemos decir que asesinato y homicidio con dolo o doloso son sinónimos.
Es un acto necesariamente premeditado y deliberado, que requiere alevosía.
Al intentar diferenciar el homicidio del asesinato, la intención del autor es un factor clave e imprescindible.
Diferencia entre Homicidio y Asesinato en el Derecho Español
El asesinato siempre es homicidio, pero el homicidio no siempre es asesinato.
El asesinato siempre conlleva un delito, y, por tanto, pena de prisión, pero el homicidio no siempre.
En el ordenamiento jurídico español, el homicidio y el asesinato se distinguen por sus circunstancias particulares.
Para que un homicidio sea considerado como asesinato, siempre deben concurrir al menos alguna de las siguientes circunstancias:
- Alevosía
- Ensañamiento
- Concurrencia de precio
- Para facilitar la comisión de otro delito o para evitar que se descubra
El delito de asesinato es considerado la forma más grave de homicidio y siempre conlleva pena privativa de libertad.
El grado de culpabilidad del asesino viene determinado por la situación en que se produjo el delito, como las intenciones del autor, la relación entre la víctima y el autor, y las acciones del autor que condujeron a la muerte de la víctima.
¿Cuál es la diferencia entre el homicidio doloso y homicidio culposo en España?
Básicamente, las diferencias entre uno y otro es que en el homicidio doloso se causa la muerte a alguien con dolo, es decir, totalmente intencional.
El homicidio culposo es cuando se le quita la vida a un tercero por un comportamiento negligente, por ejemplo, el que conduce borracho y termina causando un accidente de tráfico y matando a alguien, o un médico cuya imprudencia le acaba costando la vida a un tercero, etc.
Penas por Homicidio y Asesinato en España
En el ordenamiento jurídico español, las penas por homicidio varían en función de la naturaleza del delito.
El artículo 139 del Código Penal español establece que será castigado con la pena de prisión de 15 a 25 años el que mata a otro en alguna de las circunstancias siguientes:
- Alevosía
- Precio, recompensa o promesa
- Ensañamiento, aumentando deliberada e inhumanamente el dolor del ofendido
- Para facilitar la comisión de otro delito o para evitar que se descubra
También nos dice que cuando concurran en un asesinato más de una de las circunstancias anteriores, se impondrá la pena en su mitad superior.
Cuando el homicidio se comete por negligencia/imprudencia, puede imponerse una pena de 1 a 4 años, mientras que se aplica una pena más severa de diez a quince años si el acto fue intencionado.
También se regula una forma de homicidio agravado en el art. 138.2. del Código Penal cuando se den alguna de las circunstancias siguientes:
- Si la víctima es menor de dieciséis años o se trata de una persona especialmente vulnerable por su edad, enfermedad o discapacidad.
- Cuando el homicidio se ejecute después de un delito contra la libertad sexual que el autor hubiera cometido sobre la víctima.
- Si el delito se comete por un miembro de un grupo u organización criminal.
- Si los hechos son también constitutivos de un delito de atentado contra la autoridad, sus agentes o los funcionarios públicos.
- Alguna de las circunstancias del artículo 550.
Por tanto, se trata de asesinato, las penas oscilan entre 15 y 20 años de prisión, o hasta 25 años si concurren múltiples agravantes, como por ejemplo llevar a cabo un asesinato por precio, recompensa o promesa, ensañamiento, asesinar a una persona especialmente vulnerable por razón de edad, enfermedad o discapacidad, o cometer el asesinato mientras se aumenta deliberada e inhumanamente el dolor de la víctima.
Además, también se estipulan penas para la tentativa de homicidio y la tentativa de asesinato (delitos contra la vida). En el caso del primero, el condenado puede recibir una pena de 1 a 4 años, mientras que el segundo puede ser castigado con hasta 20 años de prisión.
Por último, la culpabilidad en los casos de homicidio y asesinato también viene determinada por la intención del autor.
Para determinar la pena aplicable, el tribunal debe tener ciertas características del autor en el momento de la comisión del delito, como su edad, salud mental, etc. Según las circunstancias, el tribunal puede aplicar una pena menor o mayor.
La premeditación, la perfidia o la inducción con un precio, recompensa o promesa son elementos que pueden tenerse en cuenta al calcular la pena.
Además, si el asesinato se ha cometido con un método premeditado y secreto, o aprovechando la debilidad o sorpresa de la víctima, la pena se agravará.
Como atenuante, el código penal establece que si el autor ha reparado voluntariamente el daño o ha procurado corregirlo, la pena puede ser rebajada.
Además, el Código Penal establece otros agravantes que pueden aumentar la pena, como el abuso de confianza, el uso de armas o municiones, o la violencia cometida contra una persona especialmente vulnerable por razón de edad, enfermedad o discapacidad.
Prisión permanente revisable
La Prisión Permanente Revisable es actualmente la forma más fuerte de pena privativa de libertad en el código penal español.
La pena de prisión permanente revisable es la pena de prisión más dura y reservada solo casos que cumplen ciertos requisitos. Conlleva el cumplimiento de una privación de libertad de entre 25 y 35 años.
Los requisitos para condenar prisión permanente revisable son los siguientes:
- Cuando el asesinado se trate de una persona menor de dieciséis años o persona especialmente vulnerable.
- Asesinato subsiguiente a un delito contra la libertad sexual.
- Crimen cometido por un miembro de una organización criminal.
- Asesinato múltiple.
- Asesinato terrorista.
- Homicidio contra la corona, jefe del Estado o heredero.
- Homicidio de jefes de Estado extranjeros.
- Genocidio o crímenes de lesa humanidad.
Desde 2015, cuando se introdujo la Prisión Permanente Revisable (PPR) en el Código Penal español, hasta 2023, la justicia ha condenado a 28 reos con esta pena de prisión, entre los que se encuentran El Chicle, Ana Julia Quezada o Patrick Nogueira, el asesino de Pioz.
Diferencia de intención entre homicidio y lesiones
La distinción clave en torno a la responsabilidad penal es la intención de la persona que comete una acción. En el homicidio está presente la intención de matar (animus necandi), mientras que las lesiones son el resultado de una negligencia o imprudencia (animus laedendi).
Las penas para estos dos delitos varían enormemente. El homicidio conlleva una pena de prisión de 1 a 25 años, mientras que las lesiones suelen castigarse con una multa.
Además, el autor del homicidio es responsable de todas las consecuencias de la acción, mientras que la persona responsable de las lesiones solo es responsable de los resultados previsibles.
En consecuencia, el nivel de intencionalidad implicado en el acto tiene un gran efecto en las consecuencias legales resultantes. En caso de homicidio, independientemente del nivel de intencionalidad, el responsable es considerado responsable de todos los resultados. Sin embargo, en el caso de las lesiones, una persona solo es responsable de las consecuencias previsibles.