El acoso laboral, también conocido como mobbing es un problema grave que cada vez afecta a más trabajadores.
El lugar de trabajo debe ser un sitio donde todos los trabajadores y trabajadoras se sientan seguros y protegidos, sin embargo, no siempre es así y se producen acciones que menoscaban su dignidad como personas y empleados, como el acoso laboral.
Para frenar estas situaciones contra el trabajador, las empresas cuentan con diferentes herramientas como un protocolo contra el acoso laboral o un test de acoso laboral, pero, a veces no es suficiente y se produce la situación de acoso laboral en el trabajo.
El Código Penal entiende cómo acoso aquellos comportamientos de hostigamiento y menoscabo hacia un ser humano hecha de forma insistente y reiterativa.
Si el asunto se lleva mediante vía judicial y la justicia le da la razón a la víctima, esta puede tener derecho a una indemnización por acoso laboral, que es de lo que trata este artículo.
Sigue leyendo y entérate de todo lo que debes saber del tema.
¿Cómo se mide la indemnización por acoso laboral?
Cualquier tipo de conducta que sistemáticamente atente contra la dignidad moral del trabajador puede ser constitutiva de un delito de acoso laboral o mobbing y el empleado está en todo su derecho de denunciar este tipo de comportamientos y a recibir una indemnización por los daños y perjuicios ocasionados.
Por tanto, los empleados que han sufrido acoso laboral, que lo han denunciado y que la justicia les ha dado la razón mediante una sentencia favorable, tienen derecho a recibir una indemnización por acoso laboral.
Para calcular el pago de la indemnización por acoso laboral principalmente se utilizan dos vías: a través de la Ley de Infracciones y Sanciones del Orden Social (LISOS) y el Estatuto de los trabajadores.
Cada vez se tira más por la LISOS para baremar las indemnizaciones por acoso laboral, aunque a veces es más apropiado utilizar otros baremos. Por ejemplo, el de accidentes de tráfico.
La cuantía de la indemnización que reciba el trabajador puede ser muy variada, y depende de numerosas causas y factores, incluso puede haber motivos para recibir una indemnización adicional, por lo que es imposible decir un número, una cifra, etc. pero normalmente se mueve entre las cuatro y las cinco cifras.
Procedimiento para reclamar una indemnización por acoso laboral
La forma general de obtener una indemnización por acoso laboral es, primeramente, iniciando un procedimiento vía judicial. No es posible, por ejemplo, a través de una inspección de trabajo.
Se pueden dar otras formas de obtener una indemnización por acoso laboral como llegar a un acuerdo con la empresa sin necesidad de que se inicie un procedimiento judicial.
Si únicamente reclamamos una indemnización por acoso laboral, debemos presentar directamente una demanda ente el Juzgado de lo Social.
Es común que el acoso laboral se denuncie junto a otros derechos que la víctima entiende vulnerados: como vulneración de derecho al honor o a la intimidad personal etc.
Por ejemplo, algo muy común es que el demandante por acoso laboral también solicite la extinción de su vínculo laboral con la empresa, ya que, entra dentro de las causas justas para solicitar la extinción de su contrato, tal y como nos dice el art. 50 del Estatuto de los Trabajadores.
En este caso, el demandante tendría derecho a una indemnización de extinción por despido improcedente y, en el caso de acreditarse el acoso laboral, también a una indemnización por daños y perjuicios.
Cuantificación de la indemnización en caso de acoso laboral
No hay una forma exacta, ni norma concreta o artículo que tomar como referencia para calcular y cuantificar los daños y perjuicios en el acoso laboral, por lo que, normalmente, se suele baremar utilizando la Ley de Infracciones y Sanciones del Orden Social (LISOS).
Esta ley recoge en su artículo 40, recoge precisamente la cuantía de las sanciones en función de la gravedad de las mismas.
Para hacernos una idea, una sanción leve, en su grado mínimo, se sanciona con multas de 70 a 150 euros, pero por ejemplo las graves, en su grado máximo, se sancionan desde 3751 a 7500 euros.
Las muy graves, con multa, pueden ir desde un mínimo de 7501 euros a un máximo de 225.018 euros.
Otra forma de baremar y cuantificar las indemnizaciones de acoso laboral es atendiendo al Baremo de Accidentes de Tráfico, que recoge diferentes tipos de indemnización complementarias entre sí, como por ejemplo, una indemnización por el daño patrimonial, una indemnización por las posibles secuelas físicas y psicológicas de la víctima de acoso laboral o una indemnización diaria por cada día que la persona víctima de acoso ha estado de baja por una incapacidad derivada precisamente de la situación de acoso.
Ejemplos de sentencias sobre cálculo de indemnización por acoso laboral
Cada vez son más las situaciones de acoso laboral que terminan resolviéndose en los tribunales.
Sentencia del Tribunal Supremo de 20 de abril de 2022
La sentencia del Tribunal Supremo de 20 de abril de 2022 es un hito en la jurisprudencia en cuanto al reconocimiento del daño psicológico causado por el acoso laboral. Esta sentencia reconoce el daño infligido a las víctimas y aboga por un enfoque centrado en la víctima para tratar estos asuntos, garantizando que las víctimas sean escuchadas, creídas y reciban el apoyo adecuado. Esta sentencia sienta un importante ejemplo para futuras decisiones judiciales, subrayando la importancia de dar prioridad al bienestar psicológico de los trabajadores.
En esta sentencia, al considerarse un caso de vulneración de derechos fundamentales, se utilizó la LISOS como referencia para cuantificar la indemnización, además de una valoración de las circunstancias que concurren en este caso como, por ejemplo: la antigüedad del trabajador (a más antigüedad, más indemnización), la intensidad, persistencia y posible reincidencia de las conductas que vulneran el derecho fundamental, el carácter pluriofensivo de la lesión o las secuelas que este hecho ha provocado en la situación personal, social y profesional del trabajador.
Sentencia del TSJ de Madrid de junio 2019
El 14 de junio de 2019, el Tribunal Superior de Justicia de Madrid dictó una sentencia trascendental sobre acoso laboral.
Esta sentencia sentó un precedente sobre lo que se considera un comportamiento inaceptable en el ámbito laboral y aclaró los límites de lo que constituye acoso y determina que, para la existencia de acoso laboral, se han de ver erosionados los derechos fundamentales del trabajador, como su derecho a la integridad física y moral, su libertad personal, su derecho al honor, a la igualdad y a la no discriminación, etc.
El caso se refería a una serie de actos opresivos y degradantes de un empresario contra una empleada, que provocaron un tremendo deterioro del ambiente de trabajo y que tenía como objetivo que esta abandonase voluntariamente su puesto de trabajo y así evitar pagar el finiquito.
El Tribunal Superior de Justicia de Madrid subrayó la importancia de que los empresarios proporcionen un ambiente seguro y saludable, ajeno al acoso.
El Tribunal determinó que las acciones del empresario constituían un comportamiento abusivo, ya que eran persistentes, malintencionadas y degradaban a la empleada. Esta sentencia subrayó la necesidad de tomar las medidas necesarias para contrarrestar y abordar el acoso, como elaborar protocolos para prevenir este tipo de conductas.
Además, la sentencia del TSJ de Madrid del 14 de junio de 2019, puso de manifiesto la gravedad de los actos para determinar si constituyen abuso en el lugar de trabajo. Se constató que la conducta del empresario con el trabajador fue tan grave que causó un severo deterioro en la salud mental y física de la trabajadora, causándole daños morales y otra serie de perjuicios, lo que pone de manifiesto la necesidad de tomarse en serio este tipo de incidentes y darles una respuesta inmediata.
En este caso, el tribunal, utilizó la LISOS para la determinación de la cuantía, pero siempre teniendo en cuenta las circunstancias particulares del caso.
Sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía de 25 de enero de 2018
Esta sentencia creó precedente, ya que, estableció una norma para futuros casos de maltrato laboral.
El Tribunal declaró que el empresario era responsable indirecto del acoso soportado por el trabajador, con independencia de que fuera realizado por un compañero o un tercero. Esta sentencia amplió la definición de acoso laboral y puso de relieve la necesidad de que los empresarios adopten medidas proactivas para evitarlo y hacerle frente.
Además, instó a los empresarios a crear un entorno de trabajo seguro para su personal y a tomar medidas inmediatas y eficaces cuando se produzcan incidentes de acoso. Esta sentencia ha servido de llamada de atención a los empresarios de toda España para que se tomen en serio el acoso laboral e introduzcan políticas y procedimientos para prevenirlo y abordarlo.
Esta sentencia supuso un gran avance para las víctimas de maltrato laboral en España. El tribunal reconoció que el acoso laboral puede tener implicaciones de gran alcance, incluyendo intensos daños físicos y psicológicos, y concedió a la víctima la restitución del daño causado.
También subrayó la importancia de adoptar un enfoque centrado en la víctima en los casos de acoso laboral, concentrándose en los efectos del maltrato sobre la víctima y no en los motivos del autor.
Esta sentencia envió un mensaje claro a los empresarios de que serán considerados responsables de cualquier acoso que se produzca en su lugar de trabajo y de que deben tomar medidas preventivas para evitarlo y hacerle frente.
La sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía de 25 de enero de 2018 supuso un paso adelante en la creación de lugares de trabajo más seguros e inclusivos en España, donde todos los empleados puedan trabajar sin miedo al acoso.
Sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Canarias de 27 de febrero de 2019
La histórica sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Canarias de 27 de febrero de 2019 ha tenido un efecto duradero en la lucha contra las conductas ilícitas en el lugar de trabajo.
Esta sentencia puso de relieve el destructivo daño moral infligido por el acoso sexual y la necesidad de que las organizaciones tomen medidas proactivas para proteger a sus empleados, como proporcionar protocolos claros para denunciar e investigar incidentes y formación sobre qué constituye acoso y cómo prevenirlo.
Esta sentencia ha sido fundamental para crear un entorno laboral más seguro para los ciudadanos españoles.
