Conducir de forma temeraria es una conducta que puede poner en riesgo nuestra vida y la de los demás, además de acarrear multas, retirada de puntos del carnet de conducir e incluso penas de prisión.
Es una de las infracciones al volante que la Ley de Seguridad Vial castiga más severamente e, incluso, puede ser constitutiva de delito.
En este artículo analizaremos todos los puntos clave que debes conocer sobre la conducción temeraria, como qué es exactamente, cuándo se considera delito y qué consecuencias puede tener para quien comete esta infracción.
Sumerjámonos de lleno en este tema y analicemos todos los puntos clave que debes conocer.
Qué se entiende por conducción temeraria
El Reglamento General de Circulación nos dice que queda terminantemente prohibido conducir de modo negligente o temerario. La conducción negligente se considera una infracción grave y la temeraria una infracción muy grave.
Pero, ¿Qué se entiende como conducción temeraria en sí?
Se entenderá como conducción temeraria cualquier conducta que muestre una indiferencia deliberada por la seguridad, vida o la integridad de los demás usuarios de la vía, así como de otros ocupantes del vehículo en el caso de que los hubiese además de por la suya propia.
Es una acción que puede ser constitutiva de delito, recogida en el Código Penal, en su capítulo IV, De los delitos contra la seguridad vial, concretamente, en su artículo 380.
Esta infracción de tráfico abarca una amplia gama de conductas, como el exceso de velocidad, circular en dirección contraria etc.
Quienes son condenados por conducción temeraria administrativa suelen enfrentarse a fuertes penas, incluida una multa de 500 euros y la retirada de 6 puntos del carnet de conducir.
Las consecuencias de la conducción temeraria pueden ser terribles.
Aparte de las sanciones legales, también puede tener un profundo impacto emocional, como sentimientos de culpa, ansiedad y la posibilidad de romper amistades o lazos familiares.
Es importante denunciar cualquier conducta de conducción temeraria de los usuarios, ya que, puede causar un accidente grave con repercusiones devastadoras.
Diferencia entre conducción temeraria y conducción negligente
El Reglamento General de Circulación nos dice que el usuario debe conducir con la diligencia y precaución necesaria para evitar todo daño, propio o ajeno, cuidando de no poner en peligro, tanto al mismo conductor como a los demás ocupantes del vehículo y al resto de los usuarios de la vía. Queda terminantemente prohibido conducir de modo negligente o temerario.
Por tanto, ambas suponen infracciones de tráfico graves que atentan contra las normas de circulación y la seguridad vial, pero, ¿En qué se diferencian realmente una de otra?
Cuando hablamos de conducción negligente nos referimos a un conductor que no pone toda la atención y cuidados necesarios a la hora de conducir un vehículo. En otras palabras, cuando la conducción se produce con falta de prudencia u omisión y esto puede poner en peligro a terceros o incluso a sí mismo.
Algunos ejemplos son: realizar eses en la carretera o derrapar intencionalmente, conducir leyendo el móvil, saltarse un semáforo en rojo, etc.
La conducción negligente es una infracción grave y puede conllevar una sanción administrativa de 200 € de multa, aunque no supondrá un delito contra la seguridad vial, y el conductor que la comete conservará todos los puntos de su carné de conducir.
La conducción temeraria, por su parte, es una falta muy grave que pone en peligro la seguridad e incluso la vida de los demás usuarios de la vía y también la del propio conductor.
Conducir temerariamente es una infracción de tráfico muy grave que conlleva una multa de al menos 500 euros y la retirada de 6 puntos de carnet de conducir y puede ser constitutiva de delito.
Puede también ser constitutiva de hechos delictivos, por lo que puede conllevar también penas de cárcel de 6 meses a 2 años y privación del derecho a conducir vehículos a motor y ciclomotores por tiempo superior a uno y hasta seis años.
Algunos hechos que se consideran conducción temeraria, son, por ejemplo:
- Conducir por una vía urbana a más de 60 km/h
- Circular a una velocidad de 100 km/h por un paso de peatones cuando no pasa nadie
- Conducir bajo el consumo de drogas o alcohol
¿Cuántos puntos me quitan por conducción temeraria y cuál es la multa?
Las consecuencias de tener un comportamiento temerario al volante se traducen en una retirada de puntos y una multa económica.
Es una infracción muy grave que será multada con una sanción de 500 euros y la retirada de 6 puntos del carnet de conducir. En los casos en que la conducción temeraria ponga en peligro a otras personas, puede imponerse un mayor número de puntos o incluso la cárcel.
En este último caso, el Código Penal nos dice en su artículo 380 que el conductor temerario puede exponerse a penas de prisión de seis meses a dos años y privación del derecho a conducir vehículos a motor y ciclomotores por un tiempo superior a un año y hasta seis años.
Si te han acusado de conducción temeraria y quieres saber cuáles serán las penas concretas, es aconsejable que busques asesoramiento jurídico.
Un buen asesor legal o un abogado especializado puede ayudarte a comprender los matices de tu caso, así como cuántos puntos te pueden quitar y cuál es la multa que te pueden imponer.
Cuándo es delito la conducción temeraria
La conducción temeraria es siempre una infracción de tráfico muy grave (de hecho, una de las más graves que se pueden cometer al volante) pero no siempre es constitutiva de delito.
Para ver la diferencia tenemos que fijarnos en un pequeño matiz del artículo 380 del Código Penal: « El que condujere un vehículo a motor o un ciclomotor con temeridad manifiesta y pusiere en concreto peligro la vida o la integridad de las personas será castigado con las penas de prisión de seis meses a dos años y privación del derecho a conducir vehículos a motor y ciclomotores por tiempo superior a uno y hasta seis años.»
Por tanto, podemos decir que cuando se pone en peligro la vida o la integridad de cualquier usuario sí se podría considerar delito de conducción temeraria.
Cuando la conducción temeraria no pone en peligro la vida de nadie en concreto, es lo que se conoce como conducción temeraria administrativa y solo supone multa y retirada de puntos.
La ley también hace una diferencia dentro del delito de conducción temeraria: delito de conducción temeraria agravado y atenuado.
Concurrencia de otros delitos
Si la conducción temeraria tiene un resultado trágico como el homicidio imprudente de un usuario de la vía o lesiones de otros ocupantes del vehículo, el conductor temerario será juzgado por la infracción que conlleve una pena más grave, aplicando la pena en su mitad superior y condenándolo a resarcir la responsabilidad civil originada por tal hecho.
La conducción debe ser realizada siempre con la diligencia y precaución necesarias para evitar cualquier daño propio o ajeno.
Cómo evitar una multa por conducción temeraria
Evitar una sanción por conducción temeraria es esencial para cualquier automovilista, y hay múltiples medidas que pueden tomarse para evitar ese resultado.
Para empezar, es fundamental respetar las normas de tráfico. Presta atención a las restricciones de velocidad, los semáforos y las señales de tráfico. Además, evita distracciones como utilizar teléfonos inteligentes mientras conduces.
Si no estás seguro de alguna norma de tráfico o de circulación, considera la posibilidad de hacer un curso de repaso para refrescar tus conocimientos y evitar caer en conductas de conducción negligente.
Recuerda que ser consciente de tu entorno y conducir con responsabilidad es la forma más eficaz de evitar las multas por conducción temeraria.
Otro medio de evitar las multas por conducción temeraria es mantener tu vehículo en buen estado.
Asegúrate de que los frenos, los neumáticos y las luces funcionan correctamente. Un vehículo en buen estado tiene menos probabilidades de causar percances, que pueden acarrear multas graves y la retirada de puntos del carné de conducir.
Cómo denunciar una conducción temeraria
Es esencial informar rápidamente a las autoridades competentes cuando se es testigo de que alguien conduce de forma temeraria, poniendo en peligro su propia vida, la de sus acompañantes o la del resto de usuarios de la vía.
Para ello, puedes llamar a la guardia civil o policía y dar una descripción del vehículo, su matrícula, el lugar y el sentido de la marcha, así como el comportamiento del conductor, como acelerar, dar volantazos o ignorar los semáforos.
A la hora de la denuncia, es importante aportar toda la información posible, además de diferentes pruebas es importante para que las autoridades localicen al automovilista y tomen medidas en función del resultado de sus pruebas.
Denunciar este tipo de conductas es esencial para garantizar la seguridad de las carreteras, evitando accidentes, lesiones o incluso muertes.
Es responsabilidad de todos contribuir a un entorno seguro para todos los conductores, peatones y ciclistas denunciando la conducción peligrosa.