La Ley de la Segunda Oportunidad es una herramienta legal que, en esencia, permite a aquellas personas que han contraído deudas liquidarlas, siempre y cuando cumplan ciertos requisitos. Además, también permite que los acreedores cobren, por lo que, ambas partes serán beneficiadas.
No obstante, la Ley de la Segunda Oportunidad tiene su cara y su cruz, sus ventajas y desventajas.
En este artículo veremos con detalle todos los pros y contras de la Ley de Segunda Oportunidad, por lo que, si te planteas la idea de acogerse a esta ley y dudas de si merece la pena o no acogerse a ella, acompáñame y sigue leyendo.
Si quieres, además, enterarte de otros puntos más en detalle sobre la Ley de Segunda Oportunidad, como los requisitos que debes cumplir si quieres acogerte a ella, te recomiendo leer este artículo.
Ventajas de la Ley de Segunda Oportunidad
La Ley de la Segunda Oportunidad ofrece numerosas ventajas, especialmente tras su reforma en el año 2022, y no solo a las personas que deciden acogerse a ella, sino también a los acreedores.
Vamos a empezar por el lado bonito de la historia, que es conocer los puntos positivos de acogerse a la Ley de Segunda Oportunidad en la actualidad.
Ya no existe un límite de deuda
Tras la reforma de la Ley, en 2022, se eliminó el requisito de que el total de las deudas sea inferior a 5 millones de euros. En la actualidad, no hay un límite establecido.
Ya no es necesario que pierdas tu vivienda habitual
Tras la reforma de la Ley de Segunda Oportunidad en 2022, el ciudadano que se acoja a la ley de segunda oportunidad, puede elegir si quiere conservar su vivienda habitual, siempre y cuando se acoja a seguir un plan de pagos.
Los intereses de la deuda dejan de crecer
Los intereses del deudor quedan congelados, por lo que no se harán más recargos.
Esto es importante, ya que, de esta forma, la deuda contraída no seguirá creciendo y queda paralizada, al menos desde el inicio del mecanismo de la Segunda Oportunidad hasta su resolución.
Los embargos se paralizan
Una vez que se inicia el mecanismo de la Ley de la Segunda Oportunidad y hasta la resolución del mismo, quedan suspendidos los embargos que recaen sobre el deudor. Es decir, no se podrán ordenar nuevos embargos sobre su patrimonio y bienes o sobre su salario (el deudor podrá volver a cobrar la totalidad de su salario).
Sin embargo, es importante que prestemos atención al matiz de nuevos embargos. Por lo que los embargos ya existentes con carácter definitivo no se verán afectados.
Salida del fichero de morosos
Todos sabemos los inconvenientes que puede conllevar aparecer en ficheros de morosos como ASNEF o RAI.
Gracias a la Ley de la Segunda Oportunidad podremos borrar nuestros datos de la lista, ya que, hasta entonces, la única forma que había para desaparecer de los ficheros de morosos era saldar la deuda.
Además, acogiéndonos a este mecanismo legal, también podremos borrar nuestros datos del CIRBE.
Quedan suspendidos los pagos a los acreedores
Los pagos de las deudas con los acreedores quedarán suspendidos y, por tanto, no podrán ser exigibles, desde el momento en el que se inicia el mecanismo de la Ley de Segunda Oportunidad hasta que se resuelve.
No es necesario intentar un acuerdo extrajudicial con los acreedores
El deudor podrá acudir directamente a la fase judicial, sin ser necesario intentar un acuerdo extrajudicial con los acreedores, ni acreditar el cumplimiento de los requisitos ante la Cámara de Comercio, el Registro Mercantil o en una notaría.
Esto, además de una reducción de costes, implica que el procedimiento será mucho más fluido y rápido.
Se podrán cancelar deudas públicas
Se podrán cancelar deudas públicas con la Administración hasta 20.000 euros, concretamente, hasta 10.000 euros con Hacienda y otros 10.000 con la Seguridad Social.
En el caso de que las deudas sean con otras Administraciones, también se podrán ir amortizando paulatinamente siempre que el deudor acepte acogerse a un plan de pagos.
Desventajas de la Segunda Oportunidad
Aunque todo lo que hemos visto son las ventajas, no debemos caer en el error de creer que la Ley de Segunda Oportunidad no tiene sus desventajas o inconvenientes.
Si bien es cierto que es un mecanismo legal con muchas ventajas y que ofrece al acreedor una segunda oportunidad para empezar desde cero, también es cierto que tiene una serie de contras que debemos conocer.
Muchos de ellos tienen que ver con incompatibilidades o falta de cumplimiento de los requisitos legales exigidos por parte del deudor, pero es importante tenerlos en cuenta antes de plantearnos el procedimiento.
Vamos a ver cada uno de ellos a continuación.
Hay que tener deudas con más de un acreedor
Aquellas personas que pretendan acogerse a la Ley de Segunda Oportunidad deben cumplir el requisito de tener deudas con, al menos, dos acreedores.
Los costes del procedimiento
La Ley no indica un importe mínimo para poder acogerse a la Ley de la Segunda Oportunidad, sin embargo, en la práctica, se entiende que la deuda debe tener un importe mínimo para poder poner en marcha todo el mecanismo que implica esta ley.
En la práctica, la cuantía mínima para poder acogerse a este procedimiento debe ser de al menos unos 9.000 euros.
Opción de liquidar la deuda con patrimonio del deudor
Si bien es cierto que los deudores que pretendan acogerse a la Ley de Segunda Oportunidad pueden elegir libremente entre liquidar su patrimonio o acogerse a un plan de pagos, lo cierto es que existe esta opción, aunque, repito, la decisión será solo suya.
Si el deudor se acoge a un plan de pagos, este tendrá una duración de entre 3 y 5 años y las deudas se eliminarán, en principio, parcialmente.
Es incompatible con ciertas infracciones o actos delictivos
El deudor que pretenda acogerse a la Ley de la Segunda Oportunidad ha de haber obrado con buena fe.
Si el deudor ha cometido ciertos delitos como estafa, extorsión, fraude fiscal, entre otros y ha sido condenado por ello en sentencia firme, no podrá acogerse a esta Ley.
No todas las deudas son cancelables
Aunque la mayoría de deudas si son cancelables, algunas no entran dentro de los beneficios de acogerse a la ley de segunda oportunidad.
Algunas de ellas son, por ejemplo, ciertas deudas salariales, las derivadas de pensión de alimentos, Ciertas indemnizaciones por accidente o enfermedad anteriores al concurso, ciertas indemnizaciones por despido, o deudas de responsabilidad extracontractual.
Es un mecanismo aplicable solo a personas físicas
La exoneración de la deuda mediante la Ley de Segunda Oportunidad es aplicable sólo a personas físicas.
Las personas jurídicas que pretendan acogerse a esta ley para la liquidación de sus deudas no podrán, no obstante, existe otro mecanismo legal ( Ley Concursal) que es el equivalente a la Ley de Segunda Oportunidad para personas jurídicas.
La Ley de Segunda Oportunidad es revocable
Una vez haya finalizado el procedimiento, durante los 3 años siguientes, y siempre que así lo solicite aluno de los acreedores, la Ley de Segunda Oportunidad podría ser revocada.
Esto se da, sobre todo, en casos en el que el deudor actúa de mala fe, por ejemplo, ocultando parte de su patrimonio o incurre en delitos como alzamiento de bienes.
Puede limitarse la disposición del patrimonio del deudor
Es probable que, durante un tiempo, las capacidades del deudor que pretenda acogerse a la Segunda Oportunidad queden limitadas, por lo que no tendrá libertad total o parcial para disponer de su propio patrimonio.
Los datos del deudor constarán en el Registro Público Concursal
Aunque esta información se cancelará al mes siguiente de la finalización del procedimiento, debemos tener en cuenta que los datos del deudor serán metidos en el Registro Público Concursal.