El despido por motivos disciplinarios es un tipo de despido que puede tener graves consecuencias para los trabajadores. No sólo puede llevar a la pérdida del empleo, sino que también puede afectar a la capacidad de una persona para solicitar prestaciones de desempleo.
En este artículo analizaremos la legalidad del despido por motivos disciplinarios y el derecho a solicitar prestaciones de desempleo tras un despido de este tipo.
También examinaremos los derechos y responsabilidades que conlleva solicitar prestaciones de desempleo. Así que, si te han despedido por motivos disciplinarios o te preocupan tus derechos en tal situación, sigue leyendo para saber más.
¿Qué es el despido disciplinario?
En España, el despido disciplinario es una modalidad de terminación del contrato de trabajo que se produce cuando el empleador decide despedir a un trabajador debido a un incumplimiento grave o una falta muy relevante por parte del empleado. Este tipo de despido se rige por lo establecido en el artículo 54 del Estatuto de los Trabajadores, que regula las causas y el procedimiento para llevarlo a cabo.
Algunas características del despido disciplinario en España son:
- Causas justificadas: El despido disciplinario debe estar fundamentado en una causa justa y suficiente, que puede ser una falta grave o muy grave cometida por el trabajador, como faltas repetidas de asistencia o puntualidad injustificadas, indisciplina o desobediencia, transgresión de la buena fe contractual, ofensas verbales o físicas, conducta inapropiada en el lugar de trabajo, entre otras.
- Procedimiento legal: El empleador debe seguir un procedimiento legal específico al llevar a cabo un despido disciplinario. Esto implica la comunicación por escrito al trabajador de los motivos del despido, así como la posibilidad de que el trabajador presente alegaciones o defensas contra dichos motivos. Además, debe concederse un plazo razonable al trabajador para que pueda preparar su defensa.
- Preaviso y pago de salarios de tramitación: En caso de que el despido disciplinario sea declarado procedente por la autoridad laboral o judicial correspondiente, el empleador no está obligado a conceder un preaviso ni a abonar una indemnización al trabajador. Sin embargo, deberá pagar los salarios de tramitación, que son los salarios que el trabajador habría percibido desde la fecha del despido hasta la notificación de la sentencia que declare su procedencia.
- Impugnación: El trabajador tiene derecho a impugnar el despido disciplinario ante la jurisdicción laboral si considera que ha sido injusto o improcedente. En este caso, será el juez quien determine la procedencia del despido y, en su caso, la cuantía de la indemnización que corresponda al trabajador.
Es importante tener en cuenta que las causas y el procedimiento para llevar a cabo un despido disciplinario pueden variar dependiendo de la legislación laboral vigente y de la interpretación que realicen los tribunales en cada caso concreto. Por ello, es recomendable consultar con un abogado especializado en derecho laboral para obtener asesoramiento específico en cada situación.
¿Cuáles son las causas más comunes de despido disciplinario?
En España, las causas más comunes de despido disciplinario suelen estar relacionadas con incumplimientos graves por parte del trabajador. Algunas de las causas más frecuentes incluyen:
Faltas de asistencia injustificadas o reiteradas
Las faltas de asistencia injustificadas o que se tornan reiteradas constituyen una de las razones más prevalentes. Si un empleado se ausenta del trabajo de manera indefinida y sin ninguna justificación plausible, o si esta conducta se convierte en una práctica habitual, la consecuencia puede ser un despido disciplinario.
Faltas de puntualidad injustificadas
En lo que respecta a las faltas de puntualidad, su ocurrencia sin ninguna justificación legítima y persistente resulta en un incumplimiento de los horarios laborales establecidos. Este tipo de comportamiento también puede derivar en el despido disciplinario del empleado.
Indisciplina o desobediencia
Un patrón constante de insubordinación o desobediencia también es una razón plausible detrás de los despidos disciplinarios. Cuando un empleado persiste en ignorar o violar los mandatos razonables y regulaciones instauradas por sus supervisores, especialmente si tal comportamiento se convierte en un patrón grave, puede resultar en su despido disciplinario.
Acoso laboral o discriminación
El acoso laboral, el acoso sexual, la discriminación o cualquier tipo de conducta inapropiada hacia compañeros de trabajo pueden dar lugar a un despido disciplinario.
Rendimiento insuficiente o bajo rendimiento laboral
Si el trabajador no cumple con los estándares de rendimiento esperados o no realiza adecuadamente sus funciones laborales, el empleador puede considerar un despido disciplinario.
Además, el acoso laboral, que puede tomar la forma de acoso sexual, discriminación o cualquier otra tipología de comportamiento que se considere inapropiado hacia los compañeros de trabajo, puede derivar en un despido de este tipo.
Conducta inapropiada en el lugar de trabajo
Esto puede incluir comportamientos como la violencia en el lugar de trabajo, el consumo de sustancias prohibidas, el robo, la negligencia grave en el desempeño de las funciones laborales, entre otros.
Es importante tener en cuenta que el despido disciplinario debe estar debidamente justificado y seguir un procedimiento legal adecuado para que sea válido. Además, la gravedad de la falta y las circunstancias individuales del caso pueden influir en la decisión del empleador y en la validez del despido. Siempre es recomendable buscar asesoramiento legal si te enfrentas a un despido disciplinario en España.
¿Qué consecuencias tiene un despido disciplinario?
El despido disciplinario puede tener varias consecuencias para un trabajador, que pueden variar según las leyes laborales y las circunstancias específicas de cada caso. Aquí hay algunas posibles consecuencias:
- Pérdida del empleo: El trabajador enfrentará la pérdida de su empleo como resultado del despido disciplinario.
- Pérdida de ingresos: Al perder su empleo, el trabajador dejará de percibir ingresos provenientes de ese trabajo. Dependiendo de las regulaciones locales y la política de la empresa, podría tener derecho a alguna compensación o prestaciones por despido.
- Dificultades financieras: La pérdida repentina de ingresos puede llevar a dificultades financieras para el trabajador y su familia, especialmente si no tienen ahorros o fuentes alternativas de ingresos.
- Pérdida de beneficios laborales: Junto con la pérdida de salario, el trabajador puede perder otros beneficios laborales asociados con el empleo, como seguro de salud, planes de pensiones, vacaciones acumuladas, etc.
- Reputación laboral: Dependiendo de la razón del despido disciplinario y cómo se maneje públicamente, el trabajador podría enfrentar desafíos para encontrar empleo en el futuro debido a una reputación laboral negativa.
- Impacto emocional y psicológico: El despido disciplinario puede tener un impacto emocional y psicológico significativo en el trabajador, causando estrés, ansiedad, baja autoestima, entre otros problemas.
- Rechazo de prestaciones por desempleo: En algunos casos, si el despido se considera justificado por razones disciplinarias graves, el trabajador puede ser descalificado para recibir prestaciones por desempleo.
- Posible litigio: Dependiendo de las leyes laborales y las circunstancias del despido, el trabajador podría optar por emprender acciones legales contra el empleador si considera que el despido fue injusto o ilegal.
En resumen, el despido disciplinario puede tener varias consecuencias negativas para el trabajador, tanto a nivel económico como emocional, y puede afectar su situación laboral presente y futura. Es importante que los empleadores sigan los procedimientos legales y justos al tomar decisiones de este tipo y que los trabajadores estén conscientes de sus derechos y opciones disponibles en caso de enfrentar un despido disciplinario.
¿El despido disciplinario tiene derecho a indemnización?
El despido disciplinario, cuando se produce por causas graves, generalmente no da derecho a una indemnización. Sin embargo, si el trabajador impugna el despido y se determina que ha sido improcedente, entonces tendría derecho a una compensación equivalente a 33 días de salario por cada año trabajado.
A pesar de esto, la empresa está obligada a liquidar al trabajador la parte proporcional de lo que se le adeuda, incluyendo vacaciones no tomadas, pagas extras si están pendientes y cualquier otro concepto que esté pendiente de pago.
¿El despido disciplinario tiene derecho a paro?
El despido disciplinario, al ser una terminación del contrato de trabajo iniciada por el empleador, sí permite al trabajador acceder a la prestación por desempleo, a diferencia de lo que sucede con una renuncia voluntaria.
Sin embargo, debido al aumento de prácticas fraudulentas relacionadas con este tipo de despidos, la legislación contempla la posibilidad de que el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) lleve a cabo una mayor supervisión de los casos de despido disciplinario. Esto se hace para verificar si los despidos son legítimos o si son intentos de fraude para acceder a beneficios por desempleo a los que no se tendría derecho en caso de una renuncia voluntaria.
¿Qué debo hacer si no estoy de acuerdo con mi despido disciplinario?
Una vez notificado el despido disciplinario, el trabajador cuenta con un plazo de veinte días hábiles para presentar una reclamación.
Inicialmente, se inicia el proceso presentando una papeleta ante el Servicio de Mediación, Arbitraje y Conciliación correspondiente.
Esto da lugar a un acto de conciliación donde se busca un acuerdo entre ambas partes. Si no se llega a un acuerdo, se procede con la presentación de una demanda y la posterior celebración de un juicio. Es importante destacar que la presentación de la papeleta de conciliación detiene el plazo para presentar la demanda, extendiéndose hasta la fecha del acto de conciliación y, en todo caso, por un máximo de 15 días adicionales.
Durante el proceso judicial, el empresario asume la carga de demostrar la veracidad de los motivos que llevaron al despido, según lo descrito en la carta de despido. Posteriormente, será el juez quien determine si dichos motivos son suficientes para justificar el despido disciplinario. Si el juez determina que los motivos presentados no son suficientes, el despido se considerará improcedente y el empresario estará obligado a readmitir al trabajador en la empresa.
